LA DANZA ALGO FANTASTICO!!

LA DANZA COMO UNA AUTÉNTICA EXPERIENCIA DEL DESARROLLO PERSONAL “La danza es una gráfica del corazón”, decía Martha Graham, pionera de la danza contemporánea, y es que el movimiento artístico, integra todos los procesos corporales, emocionales y cognitivos. Desarrollar una técnica que permite expresar la percepción personal del entorno familiar y social, así como sus efectos a nivel psíquico, es también una experiencia espiritual, que moviliza el pensamiento a una dimensión más profunda del “SER”. Teniendo en cuenta que el cuerpo tiene memoria, podemos elevar la danza a niveles de sanación interior, que estimulen las emociones de lo vivido para detectar y transformar algún trastorno que nos impida manejar adecuadamente situaciones cotidianas, a través de improvisaciones rítmicas y ejercicios de gestualidad que brinden mayor seguridad a la persona, mejoren la coordinación, y le permitan mayor libertad en sus movimientos naturales, logrando así cambios significativos en el estilo de vida. Para crear, es necesario observar, y la danza, al ser una rama del teatro, permite acercarse a uno a mismo mediante el reflejo de las emociones y gestualidad de otras personas, la forma en que éstas manifiestan sus sentimientos o estados de ánimo y los movimientos técnicamente específicos, nos llevan a la identificación o al rechazo de una determinada emoción difícil de expresar, y por tanto, nos acerca a las respuestas psicológicas que buscamos. El maestro deberá ser guía en el manejo adecuado del cuerpo en el espacio y el tiempo determinado mediante la fuerza, la coordinación y el ritmo. Le permite al alumno desconectarse de las limitaciones impuestas por el entorno y brindarle la libertad para entrar en el subconsciente para despertar su memoria emotiva que dará como resultado la personificación de las vivencias e ideas propias, estructuradas desde el “yo” verdadero, que trasformen emociones negativas o paralizantes de e su propia experiencia de vida, para convertirlas en una obra de arte, que es la vida misma, y así aprender a reaccionar adecuadamente ante las situaciones cotidianas, dando lugar a una catarsis creativa. En conclusión, la danza nos brinda equilibrio entre la emoción y la razón, nos libera del temor y nos prepara para expresar todo el potencial del cual hemos sido dotados, es entonces, un camino de verdadero conocimiento.